Futbol: táctica ofensiva durante el juego

En fútbol, atacar es en cierto modo hacer lo inesperado. Las tácticas de fútbol ofensivo tienen como objetivo llevar el balón cerca de la portería contraria y lograr el mejor ángulo posible para marcar.

 

Pase y movimiento

Es la táctica de equipo más básica. En cuanto el jugador tiene la posesión del balón, debe ser rápido para decidir si debe pasar o no; tanto si pasan inmediatamente como si no, necesitan moverse siguiendo el movimiento del balón. Una vez que el jugador ha pasado la pelota, no debe permanecer estático sino moverse a una posición donde pueda recibir un pase de vuelta y así dar más opciones al jugador que tiene la posesión del balón.

 

Cambiar el juego

Dar pases de lado a lado del campo a un jugador con espacio libre es una forma muy efectiva de aliviar la presión y construir un nuevo ataque. El equipo defensor necesitará ajustar sus posiciones, y esto generalmente crea espacios que pueden ser explotados.

 

Romper el fuera de juego

Consiste en usar el espacio detrás de la línea defensiva del contrario. Dar pases en este área tiene diversas ventajas. Si un atacante alcanza el pase y evita el fuera de juego, tiene la posibilidad de encararse en un uno contra uno con el portero, o quedarse en una posición excelente para un ataque por las bandas. Incluso si un defensa alcanza primero el pase, el resultado podría ser bueno para el equipo que ataca. El defensor encara su propia portería, lo que podría conducirle a regalar un córner, hacer una falta, pasar de forma arriesgada a su portero o ser presionado cerca del banderín de córner. 

 

Balones en largo

Esta táctica ofensiva consiste en pasar desde el propio campo del equipo atacante lanzando el balón en largo por encima de la cabeza de los defensores contrarios. Los delanteros deben correr en una zona donde puedan recibir el balón. La táctica funciona mejor con delanteros fuertes y rápidos que tienen buenas posibilidades de de tomar control del balón, superar a los defensas y, eventualmente, marcar.

 

Agujero defensivo

Pasar el balón al espacio entre los defensas contrarios y los centrocampistas. Normalmente, un delantero de espaldas a la portería recibirá el balón e intentará girarse con el balón o distribuirlo a jugadores que estén encarando la portería 

 

Triangulaciones

Este es un movimiento táctico que permite un cambio rápido y seguro de los flancos ofensivos mientras se mantiene el control del balón. En el juego triangular , el balón se pasa entre tres jugadores para formar un triángulo. Pueden crearse muchos triángulos con varias combinaciones de jugadores de manera que el balón se mueva lentamente hacia delante sin comprometer la posesión. Esta táctica funciona bien cuando se intenta ganar el control del medio campo. Sin embargo, puede ser usada también para propósitos de ataque. 

 

Intercambio de bandas

Cuando un equipo tiene dos jugadores de banda flexibles, pueden intercambiar sus posiciones durante el partido. El objetivo de esta táctica es confundir a los defensores que están asignados para marcarles, lo que puede conducir a errores si el defensa se despista en los córners, faltas, saques de banda, etc, donde el jugador marcado se encuentra en posiciones diferentes. Además, si los extremos tienen diferentes estilos de juego , su utilización en bandas diferentes puede provocar una desestabilización de la defensa contraria.

 

Sobrecargar una banda

Enviar más jugadores a una banda para que estén en superioridad numérica pone en un aprieto al defensor de esa banda ya que uno de los atacantes suele quedarse sin la cobertura adecuada a menos que un centrocampista se ocupe de él. Esta táctica suele utilizarse cuando se detecta la debilidad de uno de los laterales.

 

Hombre clave

Cuando un equipo tiene un goleador de gran calidad con capacidad de atraer a dos defensas, esto crea espacios que pueden ser aprovechados por otros jugadores. Situando a dos extremos rápidos que abran el campo y desborden por las bandas se puede poner en aprietos a una defensa de cuatro hombres.